El euro ha batido la resistencia que encontraba en los 1,14 dólares y va camino de hacer lo mismo con los 1,145, aunque ahora está consolidando, desde el punto de vista técnico. Desde el 1 de enero se revaloriza en este cruce casi un 7,9%, lo que significa su mejor año desde 2007. Sin embargo, la fortaleza de la divisa común afecta de forma diferente a las empresas.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, señala que “en el entorno actual no es extraña la actual fase de consolidación del eurodólar”. Al mismo tiempo, incide en que “para que tengamos nuevas evidencias técnicas alcistas es preciso que se superen los 1,145, lo que daría cuerpo a un contexto de subidas que podría llevarle a buscar los 1,172-1,18 dólares, que es la resistencia que debe superar para hablar de un cambio de tendencia en plazos largos y podamos valorar objetivos de subida hacia los 1,32 dólares”.
El último empuje al euro vino de la mano del presidente del Banco Central Europeo. El martes de la semana pasada, Mario Draghi lanzó el mensaje de que la normalización de la política monetaria puede estar cerca. Además, introdujo en su discurso la palabra reflación. Desde Monex consideran “que el presidente del BCE lo mencionara fue lo único y necesario para que el euro reaccionara”. Tras dichas palabras, el consenso de mercado que recoge Bloomberg ha adelantado hasta junio de 2018 la subida de los tipos de interés en Europa, previamente apuntaban a septiembre.
Con todo esto como telón de fondo, al tiempo que el FMI rebaja las previsiones de crecimiento para Estados Unidos en dos décimas, hasta el 2,1%, todo parece apoyar las alzas en la moneda única. Desde Lombard Odier indican que “la próxima gran tendencia en el mercado de divisas será el fortalecimiento del euro”.
Beneficiadas y perjudicadas
Las compañías no son ajenas al riesgo divisa y sus cuentas se ven perjudicadas o beneficiadas según la exposición que tengan a estas monedas, pese a disponer de coberturas. Las firmas de la eurozona con más porcentaje de su cifra de negocio total en Estados Unidos notarán el impacto en sus estimaciones de beneficio, al sufrir el efecto de un tipo de cambio más desfavorable.
De este modo, de entre las mayores firmas por capitalización del EuroStoxx 50, las que peor paradas saldrían si el euro sigue con su escalada se encuentra la alemana Deutsche Telekom, ya que del total de sus ingresos del pasado año, el 44,2% procedía de suelo estadounidense.
En segunda posición se colocaría la francesa Sanofi, del sector farmacéutico, que recibe de Estados Unidos un 36,6% de sus ganancias. Así, la primera de ellas ya ha visto cómo sus previsiones de beneficios se contraían más de un 2,6% en el año. En el caso de la segunda, los expertos parecen haberlo pasado por alto ya que han aumentado un 3,3%.
Por el contrario, las firmas menos expuestas de entre las grandes son ING Groep, Inditex y la aeronáutica Airbus, para las que Estados Unidos no tiene relevancia en sus cuentas. Solo la entidad bancaria ha visto crecer sus estimaciones de beneficios en el año, en más de un 10%.