El blockchain es la tecnología en el punto de mira del sector financiero. La base de las criptodivisas como el bitcoin, que viven este año su época dorada, ofrece también ventajas al sistema de pagos tradicional. Por este motivo, el Banco Central Europeo anunció ayer que, en colaboración con el Banco de Japón, ha comenzado a probar e investigar su potencial, así como los riesgos que puede entrañar.
El blockchain es una tecnología que permite que las transacciones se agrupen formando bloques que se unen entre sí con en orden cronológico para formar una cadena.
Esta cadena se protege además con un algoritmo matemático complejo que asegura su integridad y seguridad.
El BCE justifica su investigación en la necesidad de que el supervisor “se asegure de que las transacciones se pueden hacer de forma segura y eficiente a lo largo y ancho de la zona euro”. Por este motivo, señala la institución, vigilan cómo se realizan los pagos y los sistemas que se emplean para llevarlos a término.
“El BCE apoya la innovación en materia financiera siempre que los desarrollos sean seguros, eficientes y abiertos a que todos los ciudadanos europeos puedan beneficiarse de ellos en base a la igualdad de oportunidades”, apunta el comunicado.
Pero, al margen de esto, lo cierto es que el propio organismo es responsable de varios sistemas que contribuyen a que el capital y los activos se muevan en la zona euro. “Con esta investigación buscamos maneras de obtener avances y mejoras de la eficiencia de nuestros sistemas, un ejercicio que nos permite al mismo tiempo asegurar la fiabilidad de los avances tecnológicos.
Inmadurez
Pese a todo, el BCE considera que el blockchain es todavía “una tecnología demasiado nueva e inmadura” como para aplicarala a sus sistemas que “vertebran el sistema financiero europeo”. Como el sector privado está experimentando con ello, tenemos que vigilar y asegurarnos de que se siguen cumpliendo los estándares.